La mayoría de las veces, un ave que chilla ha sido mal entrenada. Muchos dueños nuevos pasan mucho tiempo con su nuevo amigo, a menudo ignorando sus viejas rutinas. Seis meses después, cuando el dueño regresa a su rutina, el ave ya no recibe la atención que antes. Al no comprender esto, el ave chilla para llamar la atención. En la mayoría de los casos, el dueño se acerca para decirle que se calle. Esta acción le brinda al ave la atención que anhela, incluso si es negativa. Cuando un cliente nos compra un ave, siempre le damos una regla de oro: pasar el mismo tiempo con el ave desde el principio que seis meses después.